Una adaptación moderna y divertida de los cómics de Eastman y Laird
Las Tortugas Ninja son unos personajes que nacieron en el cómic underground de los años 80, como una parodia de los superhéroes más populares de la época.
Su éxito fue tal que pronto saltaron a la televisión, el cine, los videojuegos y todo tipo de merchandising.
Sin embargo, muchas de sus adaptaciones no lograban captar la esencia y el encanto de sus orígenes, quedándose en productos superficiales y olvidables.
Por eso, esta nueva película de animación, dirigida por Jeff Rowe (ya curtido en la genial Los Mitchell contra las máquinas), es una grata sorpresa para los fans de las tortugas más famosas del mundo.
Se trata de una adaptación moderna y divertida, que respeta y homenajea a los cómics de Eastman y Laird, tanto en el aspecto visual como en el tono narrativo.
Un look cuasi-feísta y una dinámica adolescente para las Tortugas ninja
Lo primero que llama la atención de esta película es su estilo gráfico, que se aleja del realismo y la espectacularidad de otras versiones cinematográficas, para acercarse más al tebeo underground y al garabato adolescente.
El resultado es un look cuasi-feísta, que le da a la película una personalidad propia y una energía contagiosa.
Pero lo que realmente hace brillar a esta película es su guion, co-escrito por Seth Rogen y Evan Goldberg, los responsables de comedias como Supersalidos o Juerga hasta el fin.
Ellos se encargan de darle vida a las cuatro tortugas protagonistas, que son retratadas como unos chavales normales y corrientes, que casualmente también son mutantes con habilidades ninja.
La relación entre los cuatro hermanos es el núcleo emocional de la película, que explora sus conflictos, sus sueños y sus bromas con mucho humor y ternura.
Cada uno tiene su personalidad bien definida: Leonardo es el líder responsable, Rafael es el rebelde impulsivo, Donatello es el cerebrito inventor y Miguel Ángel es el bromista simpático.
La película también introduce a otros personajes clásicos de la saga, como April O’Neil, la reportera amiga de las tortugas; Splinter, el maestro rata que les enseña el arte ninja; o Shredder, el villano que quiere acabar con ellas.
Todos ellos tienen su papel en la trama, que gira en torno a un misterioso experimento científico que amenaza con desatar un caos mutante en la ciudad.
Una película divertidísima y cuidada al detalle
Esta adaptación de las Tortugas Ninja no solo es fiel a sus orígenes, sino que también es una película muy entretenida y bien hecha.
La acción está muy bien coreografiada y aprovecha las habilidades ninja de las tortugas para crear escenas originales y dinámicas.
El timing cómico es perfecto y cada gag tiene su remate.
La banda sonora es pegadiza y acompaña al ritmo frenético de la película.
Además, la película tiene muchos guiños y referencias a la cultura pop, especialmente a los años 80 y 90, que harán las delicias de los más nostálgicos.
También hay espacio para el drama y el mensaje positivo, sin caer en el sentimentalismo ni en la moralina.
La película cierra cada uno de sus arcos con tanta coherencia como cariño.
En definitiva, Tortugas Ninja: Caos mutante es una película que hace justicia a sus orígenes y que ofrece una experiencia divertida y emocionante para todos los públicos.
Puede que estas tortugas hayan tardado décadas en llegar a una meta a la altura de sus expectativas, pero definitivamente acaban de ganar la carrera.