Un live action que “respeta” la original pero no sorprende
La nueva versión de La Sirenita, dirigida por Rob Marshall, es una de las adaptaciones más fieles y cuidadosas que ha hecho Disney de sus clásicos animados.
Sin embargo, eso no significa que sea una película memorable o innovadora.
A pesar de tener algunos cambios interesantes en los personajes y las canciones, La Sirenita se queda corta a la hora de ofrecer algo nuevo y diferente a la historia que ya conocemos y amamos.
La Sirenita: una protagonista con más profundidad
Uno de los aspectos más destacables de La Sirenita es la actuación de Halle Bailey como Ariel, la joven sirena que sueña con explorar el mundo humano.
La actriz le da a su personaje un carácter fuerte y curioso, que busca el conocimiento y el propósito más allá del amor.
Su voz también es impresionante, y logra transmitir mucha emoción en los números musicales, algunos con letras modificadas por Lin-Manuel Miranda.
Ariel no es la única que tiene un cambio de personalidad en esta versión.
Eric (Jonah Hauer-King) es un príncipe más sensible y culto, que se siente atraído por la inteligencia y el espíritu aventurero de Ariel.
Su relación se basa en el respeto y la comunicación, y no en el amor a primera vista.
Úrsula (Melissa McCarthy) es una bruja más vengativa y ambiciosa, que tiene una historia pasada con Tritón (Javier Bardem), el padre de Ariel.
El rey del mar es un personaje más complejo y oscuro, que tiene una conexión especial con el océano.
La Sirenita: un apartado visual que deja mucho que desear
A pesar de tener un buen reparto y una buena banda sonora, La Sirenita falla en el aspecto visual.
El mundo submarino que recrea la película es poco realista y poco iluminado, lo que le resta magia y encanto a la historia.
Los efectos digitales son deficientes, especialmente en los personajes animales como Sebastian (Daveed Diggs), Flunder (Jacob Temblay) y Scuttle (Awkwafina), que tienen un aspecto mecánico y poco expresivo.
La película tampoco se arriesga a crear escenas nuevas o diferentes a las de la original.
Se limita a copiar casi plano por plano las secuencias más icónicas, como la de Part of Your World o la de Kiss The Girl.
Esto hace que La Sirenita se sienta como una copia innecesaria y prescindible, que no aporta nada nuevo al legado de la obra maestra de 1989.
La Sirenita: ¿Un homenaje o una falta de creatividad?
La Sirenita es una película correcta y entretenida, pero no es una película imprescindible.
Se nota que respeta la original, pero también se nota que le falta personalidad y originalidad.
Es una película que se puede disfrutar si se es fan de la historia o si se quiere ver una versión más actualizada y diversa de los personajes.
Pero no es una película que vaya a quedar en la memoria o en el corazón de los espectadores.