Warner no logró conectar con la audiencia
La película de DC Flash, protagonizada por Ezra Miller, fue una de las apuestas más ambiciosas de Warner, pero su fracaso comercial ha dejado una huella importante en la industria cinematográfica. A pesar de las grandes expectativas, el filme no logró atraer al público como se esperaba, y la taquilla reflejó un gran descalabro, con pérdidas que se estiman en 155 millones de dólares.
Expectativas altas, resultados bajos
El director de la película, Andy Muschietti, ha dado su perspectiva sobre las razones detrás de este fracaso. En una reciente entrevista en el programa La Baulera del Coso, Muschietti señaló que uno de los principales problemas fue que Flash no logró atraer a todos los sectores del público, es decir, no cumplió con las expectativas de los cuatro cuadrantes de la audiencia. Cuando se invierten más de 200 millones de dólares en un proyecto, los estudios esperan que la película sea vista por una gran variedad de personas, incluyendo a públicos diversos y multigeneracionales. Sin embargo, no fue así.
La falta de interés del público femenino
Uno de los puntos que el director destacó fue la falta de interés de las mujeres en el personaje de Flash. Según Muschietti, esto fue un obstáculo considerable para que la película pudiera conectar con todos los grupos demográficos. “A muchas mujeres no les interesa Flash como personaje”, afirmó el cineasta, un hecho que podría haber limitado el atractivo general de la película. Esta falta de conexión con ciertos sectores del público fue vista como uno de los vientos en contra más significativos para el filme.
El reinicio de DC: Un factor determinante
Otro factor que influyó en el fracaso de Flash fue el anuncio del reinicio de todo el universo DC, liderado por James Gunn. Para muchos, esto hizo que la película pareciera parte de un universo en transición, sin un futuro claro. Muschietti mencionó que, al conocer la noticia del reinicio, el público pudo haber sentido que Flash estaba condenada antes de siquiera llegar a los cines. Este contexto negativo también pudo haber afectado la percepción que la gente tenía del filme.
A pesar de estos factores, Muschietti se mostró satisfecho con la película. Para él, el mayor problema radicó en el fracaso taquillero, más allá de la calidad de la obra. Aunque el contexto fue difícil, el director se mostró optimista respecto al trabajo realizado y a la experiencia que él mismo vivió al hacerla.
Al final, Flash es un claro ejemplo de cómo los factores externos, como las expectativas, el público y el momento en la industria, pueden afectar el destino de una película, incluso si el producto final tiene méritos en su ejecución.