Análisis del desenlace impactante
El final de Joker 2 ha generado un intenso debate entre críticos y fanáticos, especialmente tras su estreno, que ha estado marcado por la controversia. A pesar de que algunos seguidores de la primera entrega esperaban una secuela memorable, la recepción fue muy diferente, incluso algunos la consideraron decepcionante. En este contexto, el director Todd Phillips ha compartido su visión sobre el desenlace y la evolución del personaje de Joaquin Phoenix.
Arthur Fleck nunca fue Joker
En declaraciones recientes, Phillips ha afirmado que Arthur Fleck nunca se convirtió en el icónico Joker. En una entrevista con Entertainment Weekly, el director explica que en la crucial escena final, Arthur revela que no tiene una segunda personalidad y que, en realidad, siempre ha sido él mismo. Esta afirmación se refleja en su comprensión de que Gotham está demasiado corrompida para cambiar, lo que lo lleva a aceptar su identidad real.
“Se da cuenta de que todo está tan corrompido que nunca va a cambiar. La única forma de arreglarlo es quemarlo todo”, comenta Phillips. Arthur acepta que la figura del Joker fue impuesta sobre él y que no desea seguir viviendo como una farsa.
La desconexión con Lady Gaga
Una de las implicaciones más tristes de esta aceptación es la desconexión que experimenta el personaje de Lady Gaga con Arthur. Phillips explica que, al final, ella se da cuenta de que “a nadie le importa Arthur”. Esto resalta la tristeza de la situación: Arthur no es el héroe que ella esperaba, lo que intensifica el drama de su relación.
Teorías de los fans desmentidas
Además, Phillips refutó las especulaciones de algunos fanáticos sobre que el romance de Arthur podría haber sido una alucinación. En sus palabras, “realmente está sucediendo”. Sin embargo, se mantiene un aire de misterio en la escena final donde otro recluso apuñala a Arthur, lo que sugiere que podría haber algo más detrás de esta narrativa.
El final de Joker 2 y su interpretación por parte de Todd Phillips han dejado a muchos con preguntas. Al final, Arthur Fleck se encuentra atrapado en su dolor, reconociendo que no le importa a nadie, lo que plantea un sombrío reflejo de la naturaleza humana.